No puedo dejar de compartir contigo mis reflexiones.
No sé si estarás de acuerdo, pero a mi me parece que este 2014 es un año claramente europeo. Este año no sólo hemos celebrado unas elecciones europeas sin precedentes (de las que hablaré en el próximo post), sino que también celebramos dos hitos históricos, dos momentos que cambiaron el devenir del mundo. Supongo que te habrás dado cuenta de que me refiero al Centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial y el 25 aniversario de la Caída del Muro de Berlín.
Evidentemente, yo no recuerdo ninguno de estos dos momentos, ni siquiera el de la Caída del Muro, porque era un bebé. Lo que sí recuerdo es haberlos estudiado en clase de Historia (porque, no sé si recuerdas que en clase de Historia estudiábamos fundamentalmente la Historia Europea). 😉
Personalmente, me parece muy interesante leer en la prensa informaciones y artículos sobre la I Guerra Mundial. Ten dejo unos enlace de algunas publicaciones (que ni son las mejores y ni las peores,simplemente algunas de las que he leído): aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí. Además, hay dos cursos gratuitos (en inglés) en la plataforma Futurelearn sobre este tema. Los puedes ver aquí y aquí.
Me ha parecido muy interesante recordar este conflicto bélico, porque normalmente se incide más en la II Guerra Mundial (y con razón, teniendo en cuenta las barbaridades que se cometieron no sólo en ella, sino también en torno a ella). Pero, claro, sin la Gran Guerra no hubiera habido otra a la que llamar «Segunda».
El caso es que reflexionando sobre esta frase de Martin Schulz, el Presidente del Parlamento Europeo, «El 28 de julio de 1914 es el día en el que una crisis aislada se convirtió en un conflicto global» recordé lo que todos/as ya sabemos: que estos conflictos comenzaron en Europa y se propagaron por todo el Mundo. Por ello, es tan importante poner el valor la creación de este proyecto europeo en el que estamos a medio camino de concluir. Desde mi punto de vista, la «paz» es una palabra que la ciudadanía europea, y sobre todo la juventud, no debería olvidar. 🙂
Pensando en esta idea, me vino a la mente un razonamiento que he escuchado varias veces en relación al Euro y que hace poco he vuelto a escuchar, esta vez, a José María Gil Robles. Él decía que si no tuviésemos la moneda común la «guerra» por la supervivencia económica entre los Estados europeos habría sido fratricida (estos términos son míos). Yo comparto esta idea (aunque el sistema de gestión de esta moneda debe mejorar, evidentemente).
No sé si comparar esta situación con un conflicto armado es un disparate, pero me parece que en el fondo la idea es la misma: el conflicto entre los europeos de una u otra manera. Por tanto, me parece vital poner en práctica la gran conclusión a la que llegaron los europeos/as tras la II Guerra Mundial: la unión nos permite vivir en paz y en mejores condiciones de vida. Esa misma idea está detrás de la Caída del Muro de Berlín que celebramos hoy (algunos artículos y vídeos conmemorativos de este 25 aniversario los puedes ver aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí).
Puedes seguir las celebraciones en Berlín a través de esta página de Facebook, por ejemplo.
¿Tu qué opinas?